domingo, 14 de diciembre de 2014

Entre la verdad y la vida


Ahora que empieza el juego de tronos de los libros más destacados del año 2014, conviene empeñarse, cada vez más, en que hay que leer con mucha exigencia, sin ningun prejuicio ni condición a priori, ni a favor ni en contra. A veces, lo muy celebrado en la prensa puede no ser bueno, o puede no entusiasmarle a uno, y el gusto es un derecho soberano.

Hay que felicitar a Javier Cercas (Ibahernando, 1962) de la manera más calurosa porque viene a reinvindicarse con El impostor (Random House, 2014) como un sólido candidato a encabezar cualquier lista referida a los mejores libros publicados en este año que acaba. El escritor extremeño ya tomó carta de naturaleza como uno de los referentes imprescindibles de la narrativa española, y con esta última novela se subraya aún más.

Bajo el epígrafe de un título tan contudente, Cercas convoca al lector, con una doble pregunta, a ser partícipe de las cuestiones literarias que más le importa a la hora de escribir un libro como éste: ¿No son los libros imposibles los más necesarios, quizá los únicos que merece de veras la pena intentar escribir? ¿No es una noble derrota lo máximo a lo que puede aspirar un escritor? (pág. 54).

Enric Marco
El impostor nos cuenta la historia de un falsario, Enric Marco, un hombre que hizo de su vida una novela porque, según explica su autor, no aceptó ser quien era y tuvo la osadía y desvergüenza de reinventarse a base de mentiras, convenciendo a todo el mundo de que el Marco ficticio era el Marco real, y de que era un héroe surgido de la ciudadanía, pero como ocurre casi siempre, el énfasis en la verdad delata al mentiroso, porque todo énfasis es en verdad una forma de engaño con mucho de narcisismo. El impostor es una novela con dos personajes principales, uno es el narrador Javier Cercas y el otro es Enric Marco. El personaje Cercas se presenta como un hombre de orden que se topa con su antítesis, Marco, un hombre envuelto en un desorden de dudosas conductas y supuestas hazañas, un delirante que se ha inventado una vida paralela y que el narrador confunde con una mentira y tratará de desmontar esa impostura a base de investigación y celo. A partir de aquí, el personaje y narrador Cercas da un giro de tuerca y empieza a contrastar la vida real de Enric Marco con su delirio y se conjura en destruir ese montaje delirante llevando a cabo unas pesquisas minuciosas y documentadas para desmontar el engaño y desenmarcarar la vida inventada de Marco, un falso sobreviviente del campo de concentración alemán de Flossenbürg.

Javier Cercas regresa a la Guerra Civil, un pasado incómodo que ya trató con solvencia narrativa en Soldados de Salamina (2001), y a la Transición con otra de sus obras maestras, Anatomía de un instante (2009), una radiografía del 23F desde el interior del Congreso de los Diputados, para armar lo que él denomina una novela sin ficción en torno a la figura controvertida de Enric Marco, un nonagenario barcelonés que acabó presidiendo la Amical de Mauthausen sin haber sido víctima de ningún campo de concentración nazi como sostuvo durante años. Tuvo que transcurrir su tiempo hasta que en 2005 el profesor madrileño Benito Bermejo, gran investigador de los deportados españoles, desvelara la gran mentira.

El impostor rebosa de la pluralidad y libertad literaria que tiene el modelo narrativo anterior al XIX y que ya fue acuñado por Cervantes. Abarca todo el abanico de géneros: hay crónica, ensayo, historia, biografía, autobiografía; no hay ficción, sólo un supuesto diálogo entre los dos protagonistas de unas pocas páginas, pero es una extraordinaria novela. Un libro con resonancias literarias de la Metamorfosis de Ovidio, del Quijote, de A sangre fría de Capote o del coetáneo Carrère con su novela El adversario, la historia de otro inveterado impostor.

Javier Cecas
Cercas lleva años en la brecha literaria de los grandes a base de no ser un escritor normal, y no lo puede ser porque su escritura se aposenta en lo experimental y raro, fuera de ahí no se ubica. Pero lo mejor es que a pesar de esa rareza impar cada vez arrastra a más lectores seducidos por sus historias irresistibles. Si con Anatomía de un instante Cercas ganó el Nacional de Narrativa, con El impostor, una novela de prosa subyugante que se lee como un vendaval, el escritor cacereño es un firme candidato a repetir galardón.

En suma, El impostor es un artefacto literario de envergadura, un gran libro que transita entre la verdad y la vida, con un personaje saturado de ficción que eligió contravenir las reglas de juego de toda moral y normas de convivencia para dar sentido a su existencia y vivir una falsa épica. De lo mejor que he leído publicado este año.

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